Todo lo sólido se desvanece en el aire. Marx se aplica en el amor.
Ella ve volverse polvo su piel de metal. Perpetrada por amores líquidos.
Se desintegra cuando piensa y cuando hace, el oxido.
La ciudad evapora el amor cuando cae en la vereda. El vapor óxida a los aparatos vivos.
Corren los aparatejos a comprar líquido falso para curar su herida pero solo dura 1 día
y esa noche. Calurosa, cuando el vapor rompía la comisura de la ventana y el aparatejo entra en
pánico. Morimos todos óxidados, en la habitación contigua.
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viernes, noviembre 24, 2006
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